Quieres poner Internet en casa y una vez más tienes dudas sobre cuál es la mejor opción que cubra tus necesidades como usuario. Es cierto que como personas individuales cada uno vamos a tener las nuestras, sin embargo, teniendo en cuenta cómo han evolucionado la demanda de teletrabajo, formación y ocio, lo más funcional es contar con un buen sistema que nos asegure velocidad, calidad y confianza en la transmisión de los datos.
En el mercado existen diferentes métodos para dotar a nuestros hogares de conexión, basados por un lado en la utilización de cable coaxial, los que habitualmente conocemos por ADSL, o los que utilizan fibra optica. Mientras los primeros se sirven de las líneas telefónicas convencionales para crear una conexión a Internet, los segundos envían los datos mediante pulsos de luz a través de hilos muy finos de vidrio, silicio y otros materiales plásticos.
La tecnología ADSL funciona mediante una conexión directa entre el operador de telefonía fija y nuestros hogares, a través de un cable de par de cobre que envía las señales eléctricas requeridas por la banda ancha. Además, se caracteriza por presentar una asimetría entre la velocidad de recepción y transmisión de datos. Es por ello por lo que la velocidad de conexión está sujeta a cambios en función de la demanda, la distancia, la calidad de los cables o las interferencias por variaciones de temperatura o tensión.
¿Cuántas veces has oído tengo contratado 300 MB y solo me llegan 200 MB? Seguro que en más de una ocasión. Y es que es habitual que con este método solo alcances hasta el 80-90 % de la velocidad contratada. En cambio, la fibra óptica supone un salto cualitativo en este sentido. Al transmitir los datos mediante pulsos de luz permite conseguir velocidades de subida y bajada mayores y más estables. Logra que la velocidad sea constante, y confirmamos, siempre vas a contar con el máximo de la velocidad que pagas a tu operador.
Si necesitas una conexión permanente, que no dependa del número de dispositivos que tengas conectados a la misma red, ni de la cantidad de recursos que muevas mientras trabajas, compartes vídeos o fotos, o juegas una partida online con amigos, tu opción pasa por conectarte mediante un sistema Fiber to the Home (FTTH), con el que te asegures que lo que llega hasta tu domicilio es fibra 100 %. Son muchas las ventajas de las que puedes beneficiarte de esta elección, aunque te recomendamos tomes nota de las más importantes:
– Mayor ancho de banda y velocidad
– Cero interferencias electromagnéticas, distorsiones o ruidos
– Calidad de señal independiente de la distancia de transmisión
– Transmisión de datos segura y confiable, sin posibilidad de intervenciones en la señal
Además, si finalmente te decantas por un sistema de fibra óptica debes saber que estás apostando por un método energéticamente más eficiente, ya que las señales de luz se degradan mucho menos que las eléctricas, y por tanto, requieren transmisores con menor voltaje. Conocidas las principales opciones de mercado, toca decidirte. Solo tú sabes cuál se adapta mejor a tus necesidades.